viernes, 18 de septiembre de 2015

Ciclo de talleres creativos para la igualdad.

Lourdes Serra Salomón. Espacio Contradanza. Talleres monográficos. Colaboraciones institucionales.

El próximo miércoles día 23 de septiembre, de 9 a 14 horas, estaré ofreciendo en la Escuela de Enfermería de Sevilla, el taller De sentimiento a movimiento en el contexto del III Ciclo de talleres creativos para la Igualdad que organiza el Seminario Interdisciplinar de Estudios de las Mujeres de la Universidad de Sevilla. Es gratuito y para inscribirse hay que enviar nombre, correo electrónico, teléfono de contacto, dirección, profesión a: rcasado@us.es


En nuestra cultura patriarcal, los sentimientos han sido desvalorizados en tanto que se han asociado a lo femenino y a la debilidad. A cambio, se ha impuesto una supuesta “verdad absoluta” por la que se sobrevalora el pensamiento, y más concretamente el juicio, sobre las emociones, los impulsos o las intuiciones (“pienso, luego existo”), que reafirma esta desconsideración a lo que sentimos.

Y, sin embargo, es obvio que a todos nos es vital lo que vivimos internamente. Nuestra felicidad pasa por tener en cuenta nuestros sentimientos y los de los demás, especialmente los de aquellos a quienes queremos profundamente. Algunos sentimientos (la alegría, por ejemplo) constituyen guías que nos encaminan hacia nuestro bienestar y felicidad, y otros (la rabia o el miedo) son señales de que algo no va bien y de que necesitamos protegernos, cuidarnos o defendernos. Lamentablememnte, algunas de estas valiosas señales (como la ira) han sido prohibidas, y como realmente no se pueden prohibir las emociones, se ha obstaculizado su expresión fluida, lo que deriva en formas exageradas, abruptas, desmedidas y faltas de sentido, ya que lejos de conseguir su propósito nos empujan a lo contrario de lo pretendido.

Buena parte de las dificultades que tenemos en la relación con una misma y con los demás tienen en su base un elemento común: no prestar atención a lo que verdaderamente sentimos, o pretender que lo que sentimos no es importante o no merece la pena tenerlo en cuenta.

Este taller propone una serie de dinámicas para incrementar la escucha y conciencia de los sentimientos y emociones -propios y ajenos-; y también para propiciar una forma de expresión auténtica y genuinamente personal, y una comunicación interpersonal más empática, libre, sincera y honesta. Pretende ser una herramienta para la mejora de la comunicación con uno mismo y con los demás. Y un puente entre lo emocional y lo expresivo, lo sensitivo y lo activo, lo intuitivo y lo racional. Una aproximación a la integración cuerpo/mente, receptivo/activo, femenino/masculino. Una reivindicación de los valores tradicionalmente asociados a la feminidad y socialmente minusvalorados: sensibilidad, empatía, escucha, expresividad, emocionalidad, cuidado.



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