Acabamos de terminar el taller Mudar la Piel. Y aunque costó lo suyo que hubiera grupo, lo hemos conseguido. Y ha sido profundo y hermoso. Hemos podido vernos en lo caduco, desenmascarar las resistencias y confiar en nuestra naturaleza humana que, como la naturaleza entera, tiende al pleno desarrollo de sus potencialidades. Y ahí vamos: con conciencia, con ilusión, con confianza. Gracias por vuestra presencia y por permitirme ver vuestras delicadas y vulnerables alas de mariposa.
