Escucha
corporal y expresión emocional.
Herramientas
para el autoconocimiento y la relación interpersonal.
III
Ciclo de Talleres creativos para la Igualdad que
organiza el Seminario Interdisciplinar de Estudios de las Mujeres de
la Universidad de Sevilla.
Audiovisual con las imágenes del taller realizado en Sevilla en septiembre de 2015.
Justificación
En
nuestra cultura patriarcal, los sentimientos han sido desvalorizados
en tanto que se han asociado a lo femenino y a la debilidad. A
cambio, se ha impuesto una supuesta “verdad absoluta” por la que
se sobrevalora el pensamiento, y más concretamente el juicio, sobre
las emociones, los impulsos o las intuiciones (“pienso, luego
existo”), que reafirma esta desconsideración a lo que sentimos.
Y,
sin embargo, es obvio que a todos nos es vital lo que vivimos
internamente. Nuestra felicidad pasa por tener en cuenta nuestros
sentimientos y los de los demás, especialmente los de aquellos a
quienes queremos profundamente. Algunos sentimientos (la alegría,
por ejemplo) constituyen guías que nos encaminan hacia nuestro
bienestar y felicidad, y otros (la rabia o el miedo) son señales de
que algo no va bien y de que necesitamos protegernos, cuidarnos o
defendernos. Lamentablememnte, algunas de estas valiosas señales
(como la ira) han sido prohibidas, y como realmente no se pueden
prohibir las emociones, se ha obstaculizado su expresión fluida, lo
que deriva en formas exageradas, abruptas, desmedidas y faltas de
sentido, ya que lejos de conseguir su propósito nos empujan a lo
contrario de lo pretendido.
Buena
parte de las dificultades que tenemos en la relación con una misma y
con los demás tienen en su base un elemento común: no prestar
atención a lo que verdaderamente sentimos, o pretender que lo que
sentimos no es importante o no merece la pena tenerlo en cuenta.
Objetivos
Este
taller propone una serie de dinámicas para incrementar la escucha y
conciencia de los sentimientos y emociones -propios y ajenos-; y
también para propiciar una forma de expresión auténtica y
genuinamente personal, y una comunicación interpersonal más
empática, libre, sincera y honesta. Pretende ser una herramienta
para la mejora de la comunicación con uno mismo y con los demás. Y
un puente entre lo emocional y lo expresivo, lo sensitivo y lo
activo, lo intuitivo y lo racional. Una aproximación a la
integración cuerpo/mente, receptivo/activo, femenino/masculino. Una
reivindicación de los valores tradicionalmente asociados a la
feminidad y socialmente minusvalorados: sensibilidad, empatía,
escucha, expresividad, emocionalidad, cuidado.