domingo, 3 de junio de 2018

Residencial de Verano: Movimiento y Creatividad. 2/5 julio, 2018


No se me ocurre mejor modo de empezar el verano que reconectando con una misma y con la naturaleza, y así, como quien regresa a casa después de una larga y dura travesía, volverme hacia mi, hacia mi cuerpo, sentirlo, sentirme, expresar, danzar, jugar, pintar, conversar, descansar, compartir, comer rico, dormir bien... disfrutar del hecho de ser parte de la Vida en plena Naturaleza y en compañía de un grupo de personas con inquietudes parecidas.

Unas mini vacaciones donde HABITAR EL CUERPO, DÁNDOLE LA LIBERTAD DE EXPRESARSE en un movimiento que busca la expansión del ser y la conciencia, y estimular el desarrollo de la CREATIVIDAD.


Estar en el cuerpo y en la sensibilidad. Dejarte sentir y expresar a través del movimiento, en una danza espontánea y creativa para la que no hacen falta conocimientos previos. Recuperar y estimular la creatividad, esta capacidad artística que poseemos de forma innata y que no es más que un permiso para ser y para hacer que exista algo nuevo en nuestra vida. 

Este año este Residencial de Verano será del 2 al 5 de julio en Casa Venera, en la Sierra de Aracena (Huelva), el lugar que nos viene acogiendo durante ya muchos otoños, inviernos y primaveras. Vamos pues a dejarnos recibir, atender y cuidar también en esta época de plenitud por Celia y Juanjo, porque la delicadeza de nuestro trabajo con el cuerpo, la danza y la conciencia, así lo merecen.



Espero tener la oportunidad de poder compartir juntas de unos días de OCIO Y DISFRUTE, de presencia, de expresividad, de alegría y de plenitud.

CONDUCE: Lourdes Serra Salomón. Psicóloga y Terapeuta Gestalt, Corporal, Integrativa.

IMPORTE: 350€ que incluyen precio del taller, alojamiento, uso de instalaciones y manutención completa lo largo de la estancia.

INFORMACIÓN Y RESERVAS: 669.048.288 lourdesserrasalomon@gmail.com




jueves, 5 de abril de 2018

Una nueva primavera y una nueva oportunidad para recrear nuestras vidas.


Cuando entramos en una fase de espesura de nuestra vida, entramos en un periodo de vagar sin rumbo y en una época de crecimiento potencial del alma. Es posible que encontremos entonces algo de aquello de lo que fuimos separadas, que “recordemos” un aspecto de nosotras mismas que en otro tiempo fue vital. Podemos desvelar una fuente de creatividad que ha permanecido oculta durante décadas”
Jean Shinoda Bolen



Cuando sobre la tierra los árboles y plantas aparecen desnudos, “a palo seco”, y aparentemente sin vida, la enorme actividad que se desarrolla bajo tierra escapa a nuestra mirada. Son las raíces quienes se multiplican y extienden para absorber el agua y las sales minerales que constituyen la savia bruta

Los procesos de crecimiento y desarrollo son cíclicos y no se estacan. Así pues, tanto en la Naturaleza como en nosotras, después del vacío invernal, llegará el florecimiento de cuanto ahora está en proceso de nutrición y elaboración internos. Y esperamos pasar pues "De palo seco... a flor en rama".



A las personas nos ocurre también que nos desarrollamos de forma cíclica. Como si también tuviéramos estaciones. Tan pronto estamos perdidas, atascadas, aparentemente acabadas y como muertas, como de repente pareciera que algo se desbloqueó y encontramos algo que nos renueva y nos ayuda a expandirnos y conducirnos con nuevas ganas, ilusiones y capacidades.




A veces cuesta mucho salir de los atolladeros, sobre todo si nos empeñamos en que todo cambie sin cambiar nosotras; si pretendemos aferrarnos a algo o a alguien, impidiendo que las cosas vayan y vengan, y nosotras con ellas. Así como vemos que es la vida. Así como constatamos que ocurre año tras año con las estaciones. Por mucho que me guste la primavera, no puedo retenerla. Ni el verano, ni el otoño, ni el invierno...

Y si aceptamos por fin los cambios que trae la vida, necesitamos sostener la incertidumbre, sostenerse y dejarse sostener. Por la tierra, por la realidad y por la propia presencia. Y también desear crecer y desarrollar nuestro potencial. Y dejar que el agua disuelva las pegajosas capas de nuestro hábitos más inútiles y dañinos. Yconfiar. Confiar en que son nuestros deseos y no nuestros miedos los que nos conducen a nuestros logros.


Christian Schloe




La Primavera sugiere la posibilidad de salir del letargo, de la incubación, de la larva, para renacer en una naturaleza más evolucionada de nosotras mismas. Evoca el mito de la transformación de larva a mariposa; de oscuridad a luminosidad; de agostamiento a florecimiento. 


Y es por tanto un momento muy propicio para favorecer trasformaciones más sutiles, íntimas y profundas. Me refiero a la lenta transformación que las personas también hacemos, especialmente cuando ponemos conciencia en cómo nos atascamos, impedimos o limitamos, y a dónde desearíamos dirigirnos e incluso llegar en los distintos aspectos de nuestras limitadas vidas. 



Os propongo este taller de Primavera para que pongamos conciencia, deseo y compromiso. Con nosotras, con nuestros sueños, con nuestro potencial y con la responsabilidad hacia nosotras mismas de hacer lo que esté en nuestras manos para vivir de acuerdo con nuestras verdaderas potencialidades, necesidades y anhelos. 

Partiremos de la realidad. De lo que hay. De lo que soy. De la Tierra que nos sostiene y de nuestra propia solidez. De aquello que ha sido y necesita caer, descomponerse en el lodo y convertirse en sustento fértil para nuestro florecimiento. Nos dejaremos inspirar del proceso de transformación en la Naturaleza y nos sabremos una con ella. Trataremos de recuperar lo que se ocultó, arrinconó y estaba en mi desde el principio de mis días. 



Del 6 al 8 de abril en el Castaño del Robledo.
Taller residencial de PRIMAVERA o "El arte de florecer".
Conducido por Lourdes Serra Salomón.