miércoles, 6 de septiembre de 2017

Una metáfora marinera: ¿cuándo ir a terapia?


Quienes navegan saben que es necesario encontrar un buen equilibrio entre los vientos y las velas. Así, cuando los vientos son flojos, conviene “sacar trapo” para aumentar la superficie sobre la cual el viento incide para hacernos avanzar. Por el contrario, cuando el viento arrecia, mantener esa misma superficie vélica hace que la embarcación se torne “ardiente”, sea difícil de gobernar y se haga peligrosa la navegación. La dificultad de los navegantes sin experiencia es saber cuándo hay que “rizar la vela”, maniobra -no exenta de dificultad cuanto más fuerte es el viento- consistente en recoger parte de la vela para reducir esa resistencia y hacer cómoda, segura y manejable la navegación. La respuesta de los navegantes avezados suele ser que hay que recoger vela cuando uno se está preguntando si no tendría que hacerlo.


Lourdes Serra. Terapia.
























Algo parecido ocurre con la decisión de ir a terapia. Es frecuente que la gente, al saber que soy terapeuta, me pregunte cuándo sabe alguien que tiene que ir a terapia. Creo que la metáfora marinera encaja bien y quizás sea el momento de buscar acompañamiento terapéutico cuando uno o una se pregunta si no lo estará necesitando. Llegado este caso ya existe una conciencia de dificultad de la que conviene hacerse cargo, antes de que “el viento arrecie” y comprometa cada vez más nuestro bienestar y seguridad.

Porque no es cierto que uno tenga que estar muy mal, muy desequilibrado, angustiado o "loco" para buscar un contexto terapéutico donde poder escucharse a sí mismo y aprender a saber lo que necesita y cuidarse mejor; de la misma manera que no hay necesidad de retardar una maniobra hasta el punto de arriesgar nuestra seguridad en el mar.

Cuando se empiezan a ver “borreguitos” en la superficie del mar se sabe ya que el viento está subiendo; cuando la proa busca cada vez más fuertemente el viento, sabes que la intensidad sigue aumentando... Si no escuchas estas señales, puedes llegar a verte en apuros para recuperar el equilibrio.

Del mismo modo, cuando empiezas a notar que tu nivel de ansiedad sube, que pierdes el sueño, la alegría, o la capacidad para relacionarte con las personas a las que quieres, ese es el momento para detenerte a mirar cómo puedes reducir el malestar y potenciar el desarrollo de tu conciencia y capacidades personales.

Claro que hay muchas maneras de hacerlo. La psicoterapia es una de ellas. La que yo conozco. La que yo he utilizado como vía para mi desarrollo personal y la que ahora uso como herramienta de trabajo y de servicio.


Espacio Contradanza. Temporada 2017-2018.

Y ahora, después de una sabrosa y merecida pausa estival, vuelvo a mi trabajo y os ofrezco de nuevo mi acompañamiento terapéutico en distintos formatos:
    • Consulta individual y de pareja, tanto en Sevilla (barrio de San Bernardo) como en Espartinas (Aljarafe)
    • Grupo de Contradanza de movimiento y psicoterapia, todos los jueves de octubre a junio, 19 a 21 horas.
    • Talleres residenciales en la Naturaleza, previstos para Otoño (3/5 de noviembre), Invierno (19/21 de enero), Primavera (6/8 de abril) y Verano (2/5 de julio).

Y, como viene siendo habitual, inicio la temporada con una Sesión Abierta el próximo jueves 21 de septiembre, a las 19 horas, donde podamos reencontrarnos o conocernos las personas que de algún modo formáis ya parte de esta familia de Contradancistas o tengáis curiosidad e interés por aproximaros y conocer mi forma de trabajo. Así que quedáis convocados/as y os animo a invitar a cuantas personas de vuestro entorno puedan estar interesadas en asistir, sólo os pido que me digáis quiénes vais a venir para ir organizando el espacio.

Nos deseo un año creativo, honesto, generoso y muy productivo.






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