Como bien se sabe, las crisis son fuente de malestar, de sufrimiento, y también oportunidad de desarrollo, crecimiento y transformación. La Primavera es un momento de especial vulnerabilidad que nos afecta como parte de la Naturaleza que somos. Conviene pues aprender a aceptarla y a cuidar de ella, sin perder de vista que además de vulnerables somos fuertes, ambas cosas a la vez. Nos empuja la fuerza de la vida que late en el mismo lugar central de nuestro ser donde también reside nuestra enorme sensibilidad. Aprender a escucharnos, aceptarnos, amarnos y cuidar de nosotrxs mismxs es lo que hemos venido a hacer a este mundo.
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